Llego la hora de la desconexión. Al menos durante una semana apartamos el móvil, el ordenador, la cámara y cualquier aparato electrónico que pueda almacenar o transmitir señal alguna hacia otro. Fuera las redes sociales, el email, whatapps.. no se si podré sobrevivir sin ellos pero hay que saber poner un límite. Llegó la hora de olvidar contraseñas, accesos, urls y comandos..
Ahora toca disfrutar haciendo castillos de arena, tostarse al sol y alargar conversaciones hasta las tantas de las de verdad no a través de una webcam, ni por ondas.. en persona!.
Llego la hora de surfear sobre las aguas y no sobre los unos y ceros de la Red.
Llego la hora de recargar pilas para comenzar con más fuerza que nunca.
Feliz Verano
